Me gusta mucho ir a Chile, es un país tan ordenado y a pesar que la seguridad ya no es como la de algunos años atrás donde una iba hasta con joyas por la calle, se puede disfrutar de muchos lugares bonitos.
Una vez fuimos a Puerto Varas, con mi esposo y los chicos que estaban de 2 y 5 años. Fuimos directo a Santiago y de ahí tuvimos que correr para alcanzar el avión a Puerto Montt. Me sorprendió ver en un lugar que pensaba que como era alejado de Santiago iba a ser muy rústico, un aeropuerto muy moderno, con la misma alfombra que el de Santiago, con ascensor, etc. De ahí tomamos un taxi en el aeropuerto que nos llevó directo a Puerto Varas. Esta ciudad es preciosa, sus casitas son tipo alemán, con un lago enorme y azul y encontramos muchas hortensias y plantas de moras silvestres por todos lados. Nos hospedamos en un hotel del Lago, que no es el de las Cabañas del Lago que está a la entrada, sino uno que está algo más alejado pero con frente al lago, es un edificio no muy alto, muy confortable y no muy caro. Ahí estuvimos en una suite con camas para los tres y una cunita para la bebe. El desayuno simple pero rico. Como era marzo hacía mucho sol y nos fuimos a bañar en el lago que era como una playa muy mansa y la orilla de piedritas diminutas, pero el agua es super helada...los chicos sí se metieron normal, yo apenas sólo para decir que fui tan lejos y no me iba a quedar sin meterme al lago y mi esposo apenas se mojó los pies. Más tarde fuimos caminando y cerca de un como peñasco que está en la avenida como quien se va al centro de la ciudad (creo que se llamaba av. Perez Rosales?) encontramos un restaurante grande y lleno de gente donde comí un curanto que era algo delicioso de mariscos y chorizos, y los demás comieron pescado, creo que salmón, muy rico también. En el centro de la ciudad hay una como cafetería, junto al supermercado, un lugar de madera, pequeño pero lindo y acogedor, donde venden unos postres de los más ricos que he probado, tortas con frambuesas y cremas, pastel de manzanas...todo delicioso. Al día siguiente tomamos el tour de cruce de los lagos. Nosotros habíamos contactado a una persona que nos recomendaron de una agencia Andina del Sud de Chile, quien nos vendió este paquete. El viaje es espectacular y llega en la noche a Bariloche, como esa fue la primera vez que visitamos Bariloche quedamos encantadísimos, la arquitectura tipo los Alpes, de madera con sus techitos...el lago...la vegetación...era súper impresionante. Ahí había una agencia que es la que coordimna la vuelta del cruce de los lagos, así que tuvimos que ir a solicitar que nos demoren un día más el retorno. Lo que pensamos posteriormente es que la vuelta debimos haberla seguido a Buenos Aires ya que es en ómnibus y ya no pasa por los lagos, dura toda la mañana y es aburrida y cansada, sobretodo que la bebe hasta vomitó en el control de aduanas y en el bus...ayyyy.